Categorías básicas de análisis literario
Javier Acosta Romero
Categorías de análisis literario utilizadas en la narrativa
CARÁCTER.- Todas las frases intencionadas que nos ayudan a perfilar psicológica y socialmente a una entidad a nivel de ente psicológico (un sujeto), en adelante “personaje”, incluyendo al narrador o la voz narrativa.
SITUACIONES.- Describe todas las relaciones que se entablan entre personajes o, entre un personaje y su ambiente, o entre un personaje consigo mismo, o con una divinidad, o con una idea, etc.
AMBIENTE-TONO.- Atiende las características de todos los lugares que el texto sugiere como espacios donde transcurren las situaciones, incorporando a esto el tono de las mismas, es decir, la manera como ocurren las situaciones, de modo realista, idealista o fársico.
TEMA o IDEA.- El tratamiento subjetivo de un tema o idea le da carácter artístico, estructura intencionada, a un texto cuyos recursos estéticos nos permiten, por efecto del mismo, percibir el tratamiento de una idea rectora, un tema fundamental, al observar el contraste entre la situación inicial (como empieza el texto en su diégesis) y la situación final (como termina el texto en su diégesis).
MENSAJE.-Identificado el tema predominante, se reexamina el contraste y evolución del mismo a lo largo del texto y se contextualiza; entre mayor sea la información cultural-histórica que se posea de la época de producción del texto (no es obligatorio, a veces se comprende un texto, en principio, por el contexto de recepción) se interpreta con mayor fundamento un posible mensaje (moral o ético) que el texto pareciera transmitir por efecto de su estructura.
Análisis narrativo / Ejemplo
Cuento El amante, de Gonzalo Hernández Sanjorge:
https://museo.ficticia.com/cuentos/sanjamante.html.html
En el entendido de que ya se leyó el texto, empecemos a analizar.
Carácter.- ¿Hay indicios de la presencia de algún carácter? Regularmente se toman en cuenta dos: el personaje (que también es narrador) y, la mujer que hace un perfecto trabajo como cadáver. Determinar los caracteres es importante, es así que el autor nos ayuda a definir al narrador como "el amante" (via el título) y, a la mujer, la terminamos definiendo como "el cadáver". ¿Qué información tenemos del carácter del personaje? Sabemos que el amante trabaja en una morgue, que vive solo, que se enamora de una muerta, que ese cadáver para él es un ángel, es decir, idealiza el cadáver al percibirlo todo el tiempo como alguien vivo, como si fuera su pareja ideal. Al final, sin embargo, el carácter del personaje se vislumbra ajeno a la experiencia, no se explica a sí mismo qué le ocurrió o por qué lo hizo. Es decir, denota inocencia.
Situaciones.- Terminado de leer el texto, es fundamental establecer que el narrador, como personaje, cuenta su historia desde la prisión, con lo cual plantea su experiencia de vida como una experiencia nueva, inesperada, por haberse apasionado amorosamente (enamorado) de un cadáver. Lo que vuelve evidente que el personaje no sabía de su predisposición a enamorarse de ese modo hasta que el cadáver perfecto, el ideal, llegó a su vida o, más bien, a su trabajo en la morgue. La manera como convive con el cadáver es como si fuera una persona viva, una confidente, una relación apasionada, erótica y sexual, que llega a su fin con otra situación, que pone orden moral a la experiencia; llega la policía, recupera el cadáver y mete a prisión al inesperado "amante".
Ambiente/Tono.- Si bien los lugares sugieren un nivel de realidad cotidiana, el robarse un cadáver y sodomizarlo no es propio moralmente de una sociedad que respeta a los muertos, a nivel incluso de festejarlo culturalmente en un día especial, el Día de muertos. Así que la acción del personaje, al revelarse al lector, tiene como finalidad sacudirnos en lo moral, aunque el mismo "amante" se defienda diciendo que lo hizo enamorado, que no se percató de que trataba con una muerta; siendo los lectores quienes consideramos que no es así porque las acciones del amante nos hacen pensar que forzosamente tuvo que darle trato de cadáver a la muerta; cargó el cadáver hasta el carro, luego lo bajó para meterlo a su casa y sentarlo en un sillón. Tuvo que tratarlo como cadáver. Es difícil, moralmente difícil, como lectores, identificar o aceptar el enamoramiento del "amante". Sin embargo, las pruebas de la pasión son narradas por el amante desde una prisión, es decir, en el castigo por haber ultrajado un cadáver.
Tema/idea.- Las ideas siempre nos ayudan a englobar porciones del texto, situaciones, por tanto, las mejores ideas con respecto a un texto literario serán aquellas que abarquen el todo del texto, que expliquen el orden de las situaciones y la naturaleza humana de las mismas. Es cuando se sugiere de entrada la necrofilia como detonador del texto, no sin que importe el enamoramiento porque se considera al amante como alguien malsano, como un enfermo o depravado. Sin embargo, al describir el enamoramiento, se descubre que, lo que realiza el amante, se puede justificar también bajo el efecto del amor apasionado, en este caso por un cadáver. Claro que enamorarse de un cadáver no es bien visto, y para suavizar la situación, el mismo amante, desde la cárcel, se ve a sí mismo como alguien víctima de una especie de ilusión, como si hubiera vivido algo inexplicable, que lo sacó de control y lo hizo alucinar que trataba con un ángel. En fin, se reprueba a sí mismo. ¿Qué hacer entonces?
Mensaje.- Regularmente, formular el mensaje ayuda también a mirar como un todo organizado el objeto literario, si nos vamos por la versión del necrófilo, no nos explicamos la actitud autocrítica del amante al principio y al final del texto. Pero si nos vamos por el enamoramiento, entendemos entonces los alcances del amor, la fuerza del amor para observar vida en lo muerto, belleza y comprensión en lo inanimado. Como si el amante hubiera sido poseído y, luego, vuelto a la realidad hasta que pisó la cárcel. El mensaje quedaría así: enamorarse no se planifica, simplemente ocurre, y si sus consecuencias son contrarias a la moral, el amante no entiende de moral, simplemente se entrega al amor y ama con plenitud.
Claro, si esto es así, se sugiere que el amar a alguien no se dosifica, con lo cual el enamoramiento del que se ocupa el cuento debe ser el primer enamoramiento, frente al cual un inexperto como el amante no puede reaccionar, lo cual también es criticable ya que, el enamoradizo inexperto del cuento no es ningún adolescente, ni tampoco un niño, sino alguien maduro, absorto en su trabajo y en su aislamiento, con lo cual se pueden percibir nuevos temas. Por ejemplo, en el cuento se puede ver una forma de vida aislada, donde el efecto es la expresión descontrolada del amor, de manera que violenta y ultraja un cadáver; el mensaje, entonces, nos hace revisar de nuevo las categorías de análisis, actualizarlas, porque la comprensión lectora no es algo que ocurra en una primera lectura o en un primer análisis. Si el efecto del texto se explica mejor a partir del mensaje, la incomodidad del lector se asienta ya que el cuento se convierte en un espejo, donde el autoaislamiento de cada quien con respecto a la realidad (la sociedad tal cual, con mayúsculas), nos hace saber por este cuento de Gonzalo Hernández Sanjorge, nos entera (o somos conscientes) que tiene efectos y consecuencias serias que pueden ir en contra, incluso, de la misma sociedad. Esta vez fue un cadáver, que ya es censurable, pero la realidad nos dice que esto también ocurre con cuerpos vivos, que pueden negarse a la pasión del amante; ¿qué ocurre entonces si el apasionado no logra dominarse? La violencia, la violación, el ultraje. He ahí el mensaje, y lo que hace de este cuento un objeto de arte literario: confronta al lector, le sugiere la imagen del aislamiento, que es una imagen que no ha sido cuestionada por la sociedad; los jóvenes y los nuevos adultos pasan tiempo frente a una pantalla; el aislamiento es una condición de nuestra época y por ello es un asunto que debe identificarse, investigarse y discutirse.